Cuando de Pintura se trata...
Entrevista a Alberto Passolini, pintor contemporáneo argentino.
Por Yesica Gallegos - mayo 18, 2017
Alberto Passolini “French Can Can" (2014) – página web del artista
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Hay caminos
impensados que suelen ocasionar resultados inesperados. En la búsqueda de
nuevos artistas y espacios culturales en nuestra ciudad, he tenido la
posibilidad de conocer el trabajo del artista contemporáneo Alberto Passolini. Expositor en numerosas muestras colectivas,
individuales y en salones en Buenos Aires y otras provincias del territorio
argentino, Alberto Passolini tiene un recorrido formado como pintor. Nacido en Buenos Aires en 1968, es definido en
su página web como autodidáctica y, a
lo que yo agrego, dueño de una imagen personal distintiva. A través de la
entrevista que pude concretar con él, conoceremos más de su obra, su visión
respecto al artista y al Arte en la actualidad.
El artista…
Yesica Gallegos: Me gustaría
comenzar esta entrevista atendiendo a un ámbito más personal. Si yo ingreso tu
nombre, Alberto Passolini, en el buscador de Google, inmediatamente me aparecen
26.300 resultados en torno a tu nombre. ¿Cuál es tu impresión con respecto a
esto?
Alberto Passolini: Que lo más probable es que se sumen los
míos a los de Pier Paolo Pasolini. Un poeta y cineasta italiano con quien no
tengo ningún parentesco.
YG: Es probable. Mire algunos y, por lo menos,
las primeras páginas giran en torno a usted. Por otra parte, ¿podrías
contarme acerca de tus inicios como artista y el por qué de esta definición
como autodidáctica? ¿Qué te motivo a convertirte en uno?
AP: Las imágenes siempre despertaron mi curiosidad. Aún antes de saber leer, miraba las fotos de revistas, libros, y me preguntaba cómo harían para poner en ese tamaño aquello que yo sabía era más grande y cómo podía reconocer las caras en una foto. Con la televisión, la cual en mi niñez era en blanco y negro, también me surgían preguntas. ¿Por qué no necesitaba del color para entender
una imagen? Así que en la adolescencia fue natural que buscase las herramientas
para entender ese fenómeno.
Digo que soy autodidacta porque no recibí educación
a nivel institucional. No asistí más que a un taller de barrio a los 17 años y
cursé sólo el primer año de la Escuela de Bellas Artes Pueyrredón. Me motivó a ser un autodidacta el hecho de no
estar preparado para aprender. Era muy arrogante, sin ninguna cualidad que
justificara esa arrogancia, pero algo en mi interior me dijo que era horrible
hacerle perder el tiempo a la gente que ejercía la docencia con mi pedantería.
Agrego algo con respecto a mi formación: siempre hay y hubo gente que me enseñó casi sin
que yo me diera cuenta de que estaba aprendiendo.
YG: Es interesante la autocritica que realizas
sobre vos mismo. Por otra parte, ¿dónde expones la mayoría de tus trabajos? ¿Has
participado en exposiciones acá en el Sur?
AP: La mayoría de mi trabajo lo muestro en Buenos Aires. Mejor dicho:
la mayoría de mis muestras son hechas en Bs As. La mayor parte de mi trabajo nunca
se llega a mostrar. Expuse acá en Río Gallegos y en San Julian el año pasado porque participé de la muestra EN OBRA 2, la cual se presentó en las dos ciudades.
Hace poco descubrí que hace 30 años participé con una obra de un Salón Nacional
que se hizo acá en Gallegos.
YG: Si. He visto que tenes muchas muestras y
exposiciones en Buenos Aires. ¿Hay una razón para ello? ¿Vos sos nacido allá?
AP: Yo nací y crecí en Bs As. La razón principal es que hasta ahora los
mecanismos que legitiman la producción contemporánea no se alejan mucho de Capital Federal. Y mi trayectoria en el exterior es casi nula.
YG: Bien. En referencia a
tu rol como artista, tu hacer diario, ¿crees que uno puede nacer siendo artista o es
una construcción personal?
AP: Eso no lo sé. En mi caso fue una cuestión
de asumirme como artista. Si bien desde mi adolescencia quería ser artista y, muchas veces creía que lo era, fue mucho más tarde que entendí que sí, que era
un artista. Bueno, mediocre o malo, pero artista al fin. Entendí que mi vida
sería mucho más difícil si me resistiera a mi deseo.
YG: Me gusto tu expresión con respecto al
deseo, eso que nos mueve para adelante. Ahora bien, hace ya un tiempo, leí en
un artículo que "el artista es su taller". Yo te conocí en tu taller
de creación, tu atelier, ¿vos qué pensás de esta afirmación?
AP: Es una expresión interesante. Nunca la
había escuchado antes. Me gusta porque
si invertimos el orden, el taller es su artista, nos damos cuenta que un gran
taller no siempre equivale a un gran artista. Creo que es una metáfora: el
artista es un caracol que arrastra su lugar de creación a donde vaya.
YG: La frase llamo mi atención. El atelier es
un espacio muy personal del artista. Por otra parte, el artista a medida que
avanza, en su perfeccionamiento y su edad, tal vez, va mutando en su estilo.
¿Consideras que esto sucede? ¿Cuál ha sido tu experiencia con respecto a esto?
AP: En mi caso, puedo decir que avanzo en edad.
Es indiscutible. Lo del perfeccionamiento no es algo que me suceda. Pero sí
siento que a medida que avanzo en mi trabajo las dudas se multiplican. Esas
dudas enriquecen mi lenguaje o estilo,
si así lo podemos llamar.
YG; Bien, siempre es bueno seguir
avanzando. ¿Tenés pensado participar en
alguna muestra en este momento?
AP: Como muestra individual, tal vez, para fin de
año. En breve es arteBA y allí presentaré alguna obra de la primera tanda
de pinturas que hice en acá en Río Gallegos.
El medio…
YG: Ahora bien, dentro del plano de lo social, la sociedad muchas veces
sentencia que el artista no puede vivir de su arte, por ello a veces son
profesionales en otras áreas articulando su vida artística. Mi pregunta es ¿vos
qué sos? ¿Vivís del arte?
AP: Me gano el pan con mi trabajo de artista.
YG: Eso es bueno. Vivir de lo que nos apasiona,
libres del dogma popular. Siguiendo este
terreno con respecto a lo social, he escuchado últimamente definir al artista como
un ser extraño, ¿vos lo crees así? ¿Cómo lo definirías?
AP: Hay una fantasía en el imaginario popular,
donde el artista tiene bigotes y manubrio, como Dalí, o usa peluca albina, como
Warhol, o cejas pobladas, como Frida Kahlo. Muchas veces se decepcionan al ver
que tenemos las mismas necesidades que, pongamos por caso, un plomero. He
conocido gente peculiar con los trabajos más corrientes y artistas con vidas rutinarias.
YG: Solo humanos, seria lo correcto. Por otra
parte, como artista plástico contemporáneo, inserto en esta sociedad actual
conflictiva, ¿te consideras un artista que "pone su cuerpo" o te has
formado a partir de un hacer silencioso?
AP: El conflicto social siempre está presente
en todas las épocas y, tarde o temprano, nos alcanza a todos. Pero no todos
reaccionamos de igual manera, obviamente. Hay artistas que trabajan con la
coyuntura como materia prima. Tal vez ese tipo de producción sea el que lleva al
artista a poner su cuerpo en el sentido que, creo yo, tienen tus palabras. Yo
me reconozco como un bicho de taller. Necesito trabajar jornadas de muchas
horas y eso me lleva a tener una práctica menos sonora.
YG: Es un posicionamiento. En una entrevista
que hice hace poco tiempo también hablamos sobre esto, el qué es lo que hace cada uno desde su lugar. Es por ello que pienso en otra pregunta, para vos ¿es
posible, en este momento de crisis social, que el arte no emita ruidos? ¿El
arte debe callar?
AP: El Arte, por definición, siempre comunica.
Hasta sus silencios (si es que los hubiera) serían elocuentes. No tengo
imaginación para pensar en un arte silenciado, a no ser por la autocensura. Lo
que a veces vale la pena cuestionarse es si una obra de arte aporta al debate social
un punto de vista que sólo valiéndose del lenguaje artístico pueda expresarse.
Es decir que se diferencie de la opinión que podría tener cualquier persona
desprovista de las herramientas que nos da el arte.
YG: Seria un silencio por desconocimiento. Por otra parte, el
contexto que envuelve a nuestra ciudad, tanto social, cultural y el mismo
ambiente natural, ¿vos consideras que influye de una manera particular en la
creación de los artistas?
AP: En el año y medio que llevo viviendo en
Gallegos vi varias muestras pero casi no conocí talleres o casas de artistas.
Mi opinión va a estar condicionada por esta limitación. Lo que veo es que tarde
o temprano a una gran mayoría les toca
el turno de mostrar. Hay espacios institucionales y estos tienen difusión de
sus actividades en la prensa local. No es tan imperioso como en otros lados, generar espacios alternativos por quedar afuera del circuito. Promover espacios independientes es algo que me parece
que los artistas residentes podríamos hacer para ver qué surge de esa
experiencia.
Alberto Passolini, Malona! (2010) - página web del artista |
Las obras…
YG: Lo anterior es una buena propuesta. Pasando al terreno de tus obras, vos tomas obras clásicas para otorgarles una reinterpretación personal, ¿qué es lo que te motivo a seguir este tipo de lenguaje?
AP: Trabajo con la cita de obras hechas por otros en otras épocas, y con la interpretación que nos llegó de ellas a través de distintas lecturas del pasado. Muchas veces esas historias del arte se han tomado como verdades absolutas que luego fueron desmentidas y se reescribieron. En algún momento se me debe haber ocurrido hacer algo parecido pero con la imagen, no con el texto. Sin la responsabilidad del historiador y con la libertad del artista.
YG: ¿En qué te basas
para elegir ciertas obras y no otras? ¿Se trata de una predisposición a lo
clásico de forma consciente?
AP: No lo sé. Siempre estoy revolviendo entre
libros, Internet, hasta que algo pone en funcionamiento una idea que me
gusta y la llevo a cabo.
YG: Tus cuadros
pertenecen a una época, es como ser un intruso viajero del tiempo con un pincel
en la mano. ¿Cómo definirías lo que haces? ¿Es parodia?
AP: Supongo que por la definición de parodia que
acabo de leer en Wikipedia podría decir que mi trabajo encaja en esa categoría.
Pero no sé cómo definir lo que hago.
YG: Bien. Como todo pintor,
amigo del color, causa una sensación de festividad mirar tus obras ¿es parte de
tu impronta?
AP: Me gusta que hayas usado la palabra
festividad. Cuando empiezo una pintura hay un primer momento de entusiasmo que
poco a poco se transforma en extrañeza, de ahí paso a la ansiedad y resignación, porque veo que falta mucho para llegar a lo que quiero lograr y llega el día en que me
enamoro de lo que estoy pintando. Y entonces no puedo dormir esperando que
llegue el día siguiente. Y de ahí en más, ir al taller es una fiesta. Incluso
bailo.
YG: Eso es señal de lo mucho que te gusta tu
labor como artista. Volviendo a la obra en si, ¿por qué realizas la elección de
un gran formato, tipo mural? ¿Todas tus obras son así?
AP: El academicismo del s. XIX había impuesto
una jerarquía de géneros y el gran formato es típico del género llamado Pintura Histórica. Me pareció un gesto desafiante como artista contemporáneo retomar
esa tradición. Quería ver cómo respondía el circuito a ese gesto. Leonardo Da
Vinci decía que la pintura es una cosa mental, pero para mi es una actividad física.
YG: Me agrada tu justificación. Por otra
parte, ¿qué materiales soles utilizar habitualmente para trabajar?
AP: Pintura al agua, porque soy alérgico a los
solventes.
YG: ¿Ves a esto como una limitación a la hora
de probar nuevos materiales que requieran el uso de solventes?
AP: No lo había pensado así. Pero por ahora me
arreglo.
Alberto Passolini, Sin titulo (2011) - página web del artista. |
Desde la estética y una
cierta teorización sobre el Arte…
YG: Teniendo en
cuenta quizás aspectos teóricos en el plano artístico, ¿estás de acuerdo con la
clásica declaración de que la obra debe hablar por sí sola?
AP: Interpreto que esa frase se refiere a que
el artista tiene que dejar algo en su obra (algo intangible) que le permita a ésta seguir viviendo su vida
después de separarse del autor.
YG: Esa es otra interpretación. Pero me refería
a la concepción clásica de que la obra debe valerse solo de sí misma y
expresarlo todo a través de la imagen. Es una idea en contra de lo literario,
de los textos de los que últimamente se vale el Arte Contemporáneo.
AP: Es cierto que algunas obras demandan mucho
del espectador, ya que su autor le cargó mucha información teórica. Pero creo
que es parte de la aventura del arte que exista producción de ese tipo. Yo no
transito por el Arte Contemporáneo valiéndome del gusto, así que prefiero hacer
el esfuerzo de investigar o informarme antes que escudarme en una idea de cómo
debería ser una obra de arte.
YG: Recientemente escuche nuevamente esta
concepción y me pareció importante retomarla a través del pensamiento de otro
artista. Ahora bien, ¿cuál es tu opinión respecto al Arte Contemporáneo? ¿Qué
es para vos?
AP: Lo
pienso como un animal de muchas cabezas que va cambiando de forma y creciendo.
Algunas de esas cabezas son: los artistas de cualquier disciplina, las
instituciones (museos, galerías, bienales, becas, residencias), los
operadores culturales (teóricos, curadores, prensa especializada, historiadores, gestores), el mercado
(galerías, coleccionistas, sponsors). Nunca queda claro quién está dirigiendo
ese cuerpo o hacia dónde se dirige, ni cuáles son sus motivaciones. Muchas
veces hay cabezas que se muerden unas a otras, pero nunca se ignoran entre sí y siempre terminan poniéndose de acuerdo a la hora de ver qué tipo de
producción no es contemporánea.
YG: Por otra parte, Deleuze afirmaba
que ser artista era un acto de resistencia en sí, ¿vos lo crees así?
AP: No lo creo. Soy artista porque me entregué
al deseo. No opuse resistencia. Tal vez sea más fácil para mi soportar el
control social al que se refiere Deleuze en esa conferencia cuando dice esa
frase, antes que manejar mi frustración por no poder crear. El deseo es mi estrategia.
YG: Para finalizar, ¿qué es la pintura para vos?
AP: La pintura es el vehículo que, por ahora, me lleva lo más cerca posible a las ideas que se me ocurren.
Interesante.
ResponderBorrarUna forma interesante de que el observador se interese por la obra homenajeada.
Y digo que es homenajeada por que la obra de passsolini posee pinceladas de parodia, humor, sarcasmo... pero también de homenaje e ideología.
A pesar de lo que dice passolini dice que el arte el físico, diría yo que es tanto físico como mental y además obedece a las sensaciones propias del momento. Siempre existe un disparador... sino la obra carecería el 'alma'
Excelente nota.
Coincido con el hecho de que el arte implica una actividad mental. En una entrevista realizada a otra persona hablamos sobre eso, el hacer del artista no solo cuando esta creando, sino también cuando lo piensa y teoriza sobre lo que va a crear. Gracias por tomarse el tiempo y comentar!
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