Cuando las paredes y el suelo crujen en busca del Arte
Casa Fundacruz: Más que una casa, un hogar para la actividad artística. Entrevista a la docente y ceramista Susana Suárez, integrante del equipo de Fundacruz.
Por Yesica Gallegos - abril 29, 2017
Imagen colgada en el perfil de Fundacruz |
Oculta entre
árboles en una de las calles paralelas a la ría de Rio Gallegos, se encuentra
la Casa Fundacruz. Fachada en madera, iluminada por el sol de los amaneceres y atardeceres,
esta casa se mueve culturalmente hacia adelante
Espacio antiguo
de la ciudad, vecinos pueden rememorar tiempos pasados con solo mirarla,
caminando frente a sus veredas, entrando y abriéndose paso entre sus
habitaciones, mirando la caldera y sintiendo el calor de una aduana que ya no
está, rozando las maderas de un tiempo que se despedazaba y volvía a la vida
continuamente, como un bucle sin fin.
En este tiempo,
donde los puntos culturales van ampliándose y surgiendo otros nuevos, resulta
esencial volver nuestros ojos hacia las raíces, los cimientos a partir de los
cuales nuestra ciudad fue creciendo. Por ello busqué llevar a cabo una entrevista a uno de
los miembros de Fundacruz, la docente y ceramista Susana Suárez.
Yesica Gallegos: Buenas tardes. Fundacruz es una de
las sedes más antiguas, en donde el arte y la cultura en general, se encuentran
en constante movimiento. Ahora bien, este lugar tiene una larga historia de
caminos muy distintos y cruzados, como miembro de la Casa me gustaría que me
cuentes sobre el rol que llevas a cabo allí, o como me has comentado,
preferentemente referirnos a la Comisión Ejecutiva.
Susana Suárez: Como te
había comentado nosotros conformamos una Comisión Directiva y una Ejecutiva. En
general, hay personas de la Comisión Ejecutiva que también están en la Directiva.
Fundacruz se formo a partir de la necesidad de la familia propietaria para que éste bien
patrimonial que cedía en comodato a la comunidad, fuese utilizado para la realización de
actividades culturales, especialmente la
protección de los bienes arquitectónicos
como así también de aquellos tangibles e intangibles de la Casa.
Nosotros tenemos como principio, el concepto de la Fundación, siendo esta un ente no gubernamental, el cual es: "Fundación para la preservación, promoción, investigación, desarrollo y difusión de los recursos naturales y el Patrimonio cultural, especialmente arquitectónico de la Patagonia Austral".
Ahora bien,
desde hace muchísimos años, nosotros empezamos a ver que la Comisión Ejecutiva
era clave para el desarrollo de todas las actividades que hacemos allí en la
Casa. Entonces comenzamos, despacito pero perseverantes, ante una idea que
abrazábamos que era que todo el mundo pudiese conocer esa Casa como bien
patrimonial de la ciudad y también como encuentro del Arte en todas sus formas
y la cultura. Las que comenzamos con esto fuimos Lucía Torres y yo, ya que
éramos las que estábamos preparadas como Profesoras de Arte y nos acompañaban
amigos de nosotras que estaban también en la Comisión Directiva. Empezamos con
muchas dudas pero sabiendo que se podía concretar esto; en la ciudad ya habían
algunos puntos de encuentro para que los artistas pudieran exponer y la Casa
comenzó a ofrecer ese espacio también. Para nosotros fue muy importante
encontrarnos, primero con los artistas que estaban emergiendo en ese momento y
después con algunos que ya tenían un recorrido nacional. Todo se fue dando muy
despacio, pero se dice que “el tiempo
teje despacio” y de eso nosotros nos dimos cuenta, y como la Casa sigue
tan majestuosa y preparada para recibir al visitante, quien se pregunta de qué
se trata nuestro pasado, creo que tenemos bastante para decir.
El encuentro de
generaciones también nos ha dado la posibilidad de tener distintos modos de
llegar a la gente y yo creo que la gente viene porque tiene esa necesidad de
encuentro. Igual sucede que se une un
pasado que, tal vez, ellos no conocen, con un presente que conocen en la medida
de su cultura. En los puntos culturales, generalmente, se busca encontrar una
conexión con la cultura que uno trae; a mí me parece interesante, desde la
antropología y la arqueología, saber que el hombre tiene presencia a medida de
lo que va dejando. Y bueno, esta Casa ha quedado desde ese tiempo, siendo capaz
de contar quiénes la mandaron a construir, cómo llego acá, con qué modo se
relacionaba con el medio; sabemos que era un local comercial que comercializaba
con Europa, entonces la gente que llegaba a este lugar también resultaba
especial.
Y todo ello
confluyo con la relación de la gente con el lugar, no eran todos extranjeros,
había gente que era criolla y otros que todavía eran originarios conviviendo
con las personas en el pueblo. De todo
eso, nosotros también comenzamos a encontrarnos; yo vengo a Rio Gallegos porque
mi marido es nacido acá, la familia de él a mí me acerco a todo aquello que
luego pude encontrar en la Casa. Ellos son una familia antigua de acá, provenientes de España, pero también a través de los espacios como la escuela de las monjas, el
Salesiano, donde estudio mi marido, la relación que se formaba con toda la
gente del pueblo, las personas que conocía a través de mi suegra, me hicieron
sentirme muy bien acá. Mis compañeros de la Comisión de igual modo tienen una
historia que se formo desde la gente que es nacida en este lugar, de familias pioneras
que hace muchos años están establecidas, hasta haber convivido con gente que a
lo mejor ya no está, porque fallecieron o se fueron de este lugar a otro. Todas
estas cosas forman parte de la búsqueda, por esa razón somos clásicos, nos
gusta que la gente encuentre eso, alguien que cuente algo de una época pasada y
que la relacione con la Casa.
La Casa tiene
voces de todos los tipos, no es una sola voz.
YG: Es decir, ¿tienen una preferencia por lo clásico
en lugar de los cambios?
SS: Es interesante esa
parte. Y la otra es que al formar un equipo, nosotros destacamos a aquel que
elige una tarea porque la desarrolla mejor que otro. La Comisión, si bien es
una sola, necesita de muchas manos. Y como el trabajo es ad honorem, en realidad todo lo que se hace en Fundacruz es así,
eso también tiene un plus y un valor
que considero que hoy hace falta. El hecho de que uno se junta, no por un
dinero.
YG: Y últimamente han incorporado gente joven para los
recorridos, ¿verdad?
SS: En general, siempre tuvimos jóvenes entre nosotros. Esto sucede porque todos los que estamos en la Comisión realizamos
diferentes tareas y elegimos distintas formas, variando siempre en miras a
mejorar. La gente que se acerca hoy a la Casa es también gente joven que
disfruta de estar allí como si fuera una casa familiar. A nosotros nos gusta
mucho porque hay renovación siempre que uno se coloca la camiseta de Fundacruz.
En esa renovación vienen a estar hoy varias de las personas que tenemos como
pasantes con una llegada al Arte que en algunos momentos tuvimos y en otros no.
Hubo un tiempo que tuvimos un convenio con el ISES, por lo cual las personas
que estaban terminando la carrera de Técnicos en Turismo podían optar por hacer
de pasante durante tres meses y si se querían quedar podían hacerlo por seis
meses en el año, después las renovábamos. Hacíamos un informe que llegaba al
currículum de esa persona, por esa razón tuvimos varios que fueron técnicos en
turismo. Ahora se da más por el lado de las personas que están haciendo el
terciario en Artes, lo cual nos gusta mucho, el hecho de que sean amigos entre
sí y que sientan que la Casa les abre las puertas, no solamente para venir a
visitarla sino también para involucrarse en lo que es el funcionamiento de la
Casa. Les gusta mucho hacer la guiada, lo cual significa hacer conocer el bien
desde aquello que tiene que ver con lo arquitectónico y lo que es una casa
inteligente. A muchos años de existir, aún ahora tiene cosas que son originales
y que funcionan mejor que un dispositivo de hoy. Algunos elementos son para
asombrarse, sucede que el desarrollo de la industria, algunas veces deja de
lado lo manual, hoy mucho lo deja de lado y esta Casa es completamente
artesanal, ha tenido la intervención manual de una persona o de varios en el
caso de Fundacruz.
YG: Usted me había comentado que la Casa ha tenido
“refacciones”, no remodelaciones.
SS: No. Nunca fueron
remodelaciones y tampoco podríamos llamarlas refacciones porque en realidad lo
que se hace es un mantenimiento de la Casa. Cuando se restaura la Casa, después
de haber estado “abandonada” un par de años hasta que la familia Racciatti la
adquiere y la coloca como bien para que la Fundación la mantenga hasta el día
de hoy, se realizaron algunas cosas como darnos cuenta, por ejemplo en las
visitas guiadas, que en la escalera están los escalones originales con todas
las marcas que tiene desde que se empezaron a pisar; esos escalones y todas las
paredes que circundan esa zona son también originales. Además hay vestigios que
nosotros le hacemos una mirada de rescate ante lo bien que esta conservada la
Casa, pero además la parte que era dudosa por la seguridad, que era la baranda
de la escalera, se la reconstruye con madera que es la misma de la
construcción, pero nueva. Hoy, al momento de observar, nosotros podemos darnos
cuenta cuál es la original y cuál es la que se ha hecho con madera nueva.
Esa Casa tiene
cosas interesantísimas, la arquitectura por ejemplo. Todos los arquitectos que
se acercan a ella, vienen con ese interés, reconocer un bien, el cual dentro de
la Provincia es el único. Se lo rescata como algo muy interesante porque tiene
un cuidado extremo, hay quienes aman hasta el olor de la Casa. Nosotros
conservamos la Casa con un respeto y una consideración hacia la familia,
quienes tan generosamente ofrecen este bien a la comunidad para que allí se
desarrollen las actividades que nosotros llevamos a cabo y además para que se
conozca el bien tanto tangible como intangible, porque la cultura pasa por
todos lados allí. Siempre hay una pregunta cultural.
YG: Con respecto al recorrido artístico de la Casa,
¿considera que han tenido una “época dorada” o “momentos brillantes”?
SS: Yo marco hitos. Por
ejemplo, los suecos que venían de Lulea.
YG: ¿En qué año ocurrió eso?
SS: En el año 2006. Los primeros eran dos matrimonios, uno joven
con una hija, y el otro era dos personas adultas, él era fotógrafo y su esposa
que no era artista. Él presento como obra fotografías; después había también
una viuda joven con una nena de unos cuatro o cinco años. El matrimonio joven,
por su parte, estaba constituido por una mexicana y un integrante de Lulea, los
dos eran artistas plásticos. Y además estaba nuestro querido amigo, Juan Carlos
Segovia, el cordobés que se fue por el mundo a trabajar en escultura de hielo,
ganando muchos premios; volvió a Lulea y al final termino quedándose. Vino de novio con
la que hoy es su señora y él presentó obra. Cuando se realizo esa
presentación, estuvimos muy a gusto con ellos, a pesar de que no teníamos un
manejo del idioma para comunicarnos. Nos comunicábamos a través del afecto y de
lo sensorial, vivimos así toda su estadía. Fue inolvidable su visita, años más tarde se volvió a repetir otra visita de artistas visuales, también de Lulea, junto a Juan Carlos, que dejo en nosotros una nueva amistad.
Después tuvimos
la visita de Gutiérrez Zaldívar. Él había venido a exponer una muestra de Raúl
Soldi que fue muy interesante e importante para esta zona. Se tomo un taxi y comenzó
a dar vueltas por la ciudad, a él le gusto la Casa y ese día estaba abierta
porque estaban exponiendo un taller de Arte en donde algunos de los integrantes
eran amigos de la Casa. En ese momento, se encontraban dos miembros que eran los
integrantes del taller y la guía por tomar un té, cuando este hombre se acerca
y empieza a visitar la Casa, la pasante le pregunta si la quiere conocer,
realizan la visita guiada y después uno de los participantes del taller le
comenta sobre la obra que estaba exponiendo y lo invitan a tomar el té. Entonces,
Gutiérrez Zaldívar se quedo allí, escuchando a estas dos personas, no dijo nada,
y uno de ellos le mostraba una copia que había hecho de un cuadro de Lascano,
quien, justamente, es un artista de Zurbarán. Él solo se sonrió y acepto tomar
el té. Luego de eso, se retiro y, unos días después, uno de los integrantes del
equipo de Fundacruz recibe una llamada y Gutiérrez Zaldívar se presenta y le
dice que él quiere llevar la obra de Quiros a la Casa. Nuestra compañera le
dice que no, que debe estar equivocado, que seguramente quiere hablar con el
Complejo Cultural, porque le parecía algo que no podía suceder. Él insistía y
la llamaba a ella por su nombre, entonces nuestra compañera empezó a confirmar
que era cierto que esta persona era Gutiérrez Zaldívar y, entre sí y no,
decidimos que vinieran; fue muy simpática la conversación según nuestra
compañera.
Fue muy
enriquecedor el trabajo de ver cómo se hizo el montaje de la obra y el cuidado que tuvieron. El programa era
traerla y nosotros recibirla, pero había gente especializada para realizar la
guiada de la obra y en el montaje también. Aprendimos muchísimo de muchas cosas
que tienen que ver con el tratamiento de una obra de Arte de una magnitud como
lo son las obras de Quiros o de cualquier otra colección que tenga Gutiérrez
Zaldívar. A partir de ahí, para nosotros todo paso a ser posible, pensar que
uno no tiene que tener el prejuicio de que porque nosotros abrimos la Casa de
una forma sencilla, no podemos tener hechos de envergadura como lo fue el
recibir a estos artistas extranjeros o tener una obra de importancia como fue
la de Quiros u otras que hemos tenido de otros artistas.
Nosotros hoy nos
convertimos en clásicos porque vamos repitiendo lo que es bueno para todos, lo
mejor que tenemos y, de este modo, estamos bastante estabilizados en el hecho
de no cambiar, por ejemplo, cuando inauguramos muestras, que sería el primer
viernes de cada mes, cuando tenemos la visita de quien presenta la muestra,
ocurriendo el fin de semana seguido a la inauguración; puede ser que sea un
artista de otro lugar que ha hecho un esfuerzo enorme para venir acá y
ofrecernos su obra, generalmente se contactan en tres días, y ese fin de semana
nosotros abrimos la Casa con todas las ganas para compartir el té, lo cual nos
sirve también para ver que este artista que viene, tiene un encuentro diferente
en esos dos días que nos reunimos a tomar el té. Todo ello nos permite hacer
frente a todos los gastos que podemos tener para el funcionamiento de la Casa,
para el desarrollo de la presentación de las muestras y contar con la ayuda
también de nuestros queridos amigos con una contribución trimestral, que nos
sirve durante todo el año, lo cual es un aporte importante para sostenernos.
La
Casa no recibe subsidios de ningún tipo, más que estas dos entradas que
tenemos; la familia es más que generosa porque en algunos temas de
mantenimiento de la Casa, ellos siguen haciéndose cargo, son muy cuidadosos de
que la Casa este como siempre la encontramos, y es una Casa solida, tiene
buenos cimientos y cuando esto sucede, uno entra a la Casa y te sonreís. La
gente no sabe por qué pero entra con una sonrisa en la boca y yo eso lo he
detectado, me parece algo importante que tiene la Casa, invita a cruzar la
puerta. Es bueno ser participante desde adentro, abriendo las puertas, siempre
son puertas de luz y eso es lo que nos gusta a todos los que estamos
componiendo el equipo de la Comisión Ejecutiva.
YG: Espacios culturales, por ejemplo los museos, poseen un
Patrimonio Artístico propio, ¿ustedes cuentan con uno en sus instalaciones?
SS: En general, nosotros
tenemos, pero como no somos Museo, lo tenemos como un lugar que tuviera
cualquier familia, los cuales son bienes que acrecientan el Patrimonio de la
Casa, pero como son recuerdos y regalos de la gente que expone, lo tenemos en
un lugar muy especial. Generalmente, los exhibimos también en la salita de té
para que ellos estén presentes igual junto al artista que está exponiendo en ese momento. De
eso se trata, el artista tiene la facilidad de que una vez que se retira su
obra, que siempre es el último domingo de cada mes, nosotros le entregamos la
obra al momento en que se baja la muestra porque no tenemos espacio de
almacenamiento y a partir de ahí puede contar dos años volver a la Casa porque
hay tanta gente que está solicitando lugar. Nosotros tenemos nueve exposiciones
anuales porque comenzamos en marzo, tenemos un descanso en julio y después
hasta diciembre seguimos exponiendo; para algunos que quieren volver a exponer, resulta
poco lo que mostramos.
YG: Pero han tenido variedad de estilos y artistas en
las exposiciones, ¿no es así?
SS: Nosotros lo que
cuidamos dentro de la Comisión es que siempre en Artes Visuales estén
comprendidas todas las disciplinas, que este la Escultura, el Grabado, la
Pintura, lo textil, la Fotografía, hoy muy abundante. Para ello elegimos la
temática de la fotografía que se va a mostrar, no queremos repetir en el año
mucho de lo mismo. Cada vez más, los artistas que llegan a Fundacruz son más
los consagrados con una puesta internacional antes que los noveles. Esto no
sucede porque nosotros elijamos a unos más que a otros, sino que hay una lista
muy importante de gente que tiene estas características y que quiere seguir
exponiendo en Fundacruz. Los artistas que para nosotros tienen una valía
internacional nos parecen interesantes para darles un espacio si ellos quieren
repetir la muestra, siempre con obra nueva por supuesto. Dentro de dos años,
por ejemplo, un artista puede preparar una obra nueva para traer a Fundacruz y
de eso se trata, que algunas veces tengamos un lugar así, repartido entre
visitantes y menos locales, porque los locales vienen trayendo su obra en menos
tiempo.
A nosotros nos
gusta que el artista local cierre el año, disfrutar fin de año con alguno que
se sienta con ganas de mostrar en la Casa su producción. Así vamos formando una
amalgama entre visitantes y locales. No decimos locales, porque en realidad son
artistas que están a nivel internacional también. Hoy, por ejemplo, tenemos la
muestra de Lucia Torres, que es nuestra y se encuentra reconocida
internacionalmente; uno piensa que al artista le cuesta mucho, por ejemplo,
hacer todos esos estadios, cuando uno empieza a querer que su obra llegue a
otros lugares, tiene que trabajar mucho y poner mucho dinero encima para que su
obra se mueva, también tiene que moverse junto con su obra y eso es un gasto importante.
Por eso, nosotros le damos la importancia que tiene cada uno de los artistas
cuando llegan a Fundacruz, no sé si es correcta la palabra “mimarlos”, pero
hacerles saber que para nosotros es muy importante que ellos estén en este
lugar. La gente responde a ello de una manera incondicional, nosotros vemos la
alegría con la que vienen a ver una obra, sabiendo que lo que van a ver y el
contacto con el artista va a ser algo interesante, que les va a dejar algo.
Lucia Torres- 2017 (Imagen extraída del Facebook de Fundacruz) |
YG: Y el público ¿es variado? ¿Siempre ha sido así?
SS: Sí, siempre. Y hemos
aprendido muchísimo, nosotros como gente que ve la obra de otro. Yo, por
ejemplo, además de interiorizarme acerca de muchas de las partes en las que hoy
elijo participar dentro de la Comisión, uno tiene que estudiar para decir soy curadora
de una muestra, por ejemplo. Uno tiene
que prepararse siempre, no hay nada que uno pueda enseñar o hacer que no lo
haya sabido aprender. Si uno no aprende sobre lo que decide enseñar, estamos en
un problema. Creo que nosotros estamos capacitados, hemos aprendido a lo largo
del tiempo, por eso hoy somos clásicos, sostenemos a una Fundación en la que
trabajamos con alegría. Y la Casa lo es todo, es la vivienda y me parece que
allí se alberga todo lo que uno puede ir a buscar.
YG: En cuanto a la agenda, ¿ustedes planifican una
para todo el año?
SS: La dividimos en dos
partes, antes de julio y después de julio. Y ahora, por ejemplo, vamos a tener
en mayo a los dibujantes argentinos, creo que son seis, de los cuales vienen
dos a presentarla obra, el resto envía su trabajo. Son de los más reconocidos
que tenemos, algunos son ilustradores y otros son humoristas, ellos se
encuentran muy cómodos mostrando la obra de este modo y la hacen de manera
itinerante. Capaz que de acá la obra se va a otro lugar o viene de otro sitio,
y esto está bueno porque uno ve artistas reconocidos pero que han hecho su
camino en Argentina. De eso se trata, que uno porque este lejos, no deje de ver
estas cosas; acá nosotros vemos que la gente tiene la oportunidad de ver
artistas consagrados de toda la Argentina, en todos los lugares donde se
muestra algo los artistas que vienen no es que no se encuentren consagrados,
podemos reconocer un Santa María o Romero, quien hace pocos días falleció. Él
vino a Gallegos en distintas ocasiones, para mí es un maestro que te produce mucha nostalgia,
pero pudimos verlo acá. Entonces, todas estas cosas, ayudan a considerarnos
privilegiados que en nuestra ciudad tengamos una Casa que la familia la ofrece
con tanta generosidad y nosotros como Fundación tomamos el respeto que eso
merece y convivimos en el medio de un pueblo, el cual creo yo cada vez está en
un lugar mejor en lo que se refiere a la actividad artística.
YG: Personalmente, vos como artista, ¿cómo ves a la
producción cultural y artística local?
SS: A mí como artista me
pone muy contenta cuando veo, por ejemplo, estos modos de representación que
hoy tienen los grupos de gente joven y que yo acompaño, por supuesto, junto a
amigas mías que también ya tienen su trayectoria, son reconocidas como artistas
plásticas, y me parece que podemos convivir tranquilamente a pesar de tener un
discurso artístico que a lo mejor no es vanguardista en el caso de algunos y
otros sí. Las vanguardias siempre se van haciendo en la medida de que lo ya
conocido tiene otra forma, porque todas las cosas ya están hechas pero es cómo
uno se expresa lo más importante. Para mí no importan los medios sino el cómo,
dónde y el por qué, creo que son fundamentales y siguen siendo un motor y se
trata de eso, que todos aquellos que hoy "emergen", ahora se utiliza mucho esa
palabra y no es tal, porque hay un camino, es un camino joven pero no es un
emergente una persona que ya está haciendo lo suyo y está buscando. El artista
permanentemente busca porque, por más que tenga un recorrido artístico, lo que
hace es mejorar el sentido de su obra, busca distintos materiales, encuentra
una habilidad que la va teniendo en la medida que va desarrollando su obra, se
vuelve mucho más concreto, sabe lo que quiere, eso es lo que me parece a mí que
va haciendo camino. Hay momentos esplendorosos, todo es muy circular; en
momentos todo va pasando y pasando y se va aquietando, encontrando puntos de
calma, para mí son como las estaciones, necesitan de la primavera, del verano,
el estallido de todos los colores. Hay que quedarse tranquilo y no desesperarse
porque algunas veces se ha caído en las muletillas que se van diciendo, por
ejemplo, “el artista todos los días tiene
que trabajar”. Nadie te tiene que decir cómo trabajar porque un artista no
está trabajando a lo mejor de una manera práctica, lo puede estar haciendo teóricamente
a través del pensamiento, el artista trabaja todo el tiempo o está motivado con
todo lo que le va pasando, hay una sensibilidad extrema en todo lo que le
sucede. Sí, trabajan, yo, por ejemplo, no pierdo nunca ese sentido de
curiosidad y de mirar todo, porque dentro de lo que uno mira encuentra siempre
lo que quiere ver y eso para mí es muy importante. Tenemos que seguir
acompañando a aquel que empieza, al que tiene toda esa fuerza dinámica porque
quiere hacer o se dio cuenta de que puede hacer. Yo estoy contenta que suceda
todo esto acá.
YG: ¿Los ves afectados por el contexto que estamos
viviendo hoy? Hoy estamos dentro de una realidad muy problemática.
SS: Todo el tiempo pero lo
que hay que buscar es el encuentro de dónde estoy yo, qué voy a hacer yo con el
contexto. Eso es inevitable.
YG: La ciudad sigue creciendo y los artistas
multiplicándose. Como artista ¿cuál es tu deseo para este año? Y como parte de
Fundacruz ¿qué anhelos los movilizaran en este 2017?
SS: Yo como artista este
año voy a tener un momento de relax,
porque vengo de muchas cosas que me llenaron el alma y las quiero disfrutar.
Son muchas cosas juntas que fueron compactas durante un tiempo corto, de pocos
meses podemos decir. Por ahora me quedare disfrutando de todo eso, que todavía
lo tengo con aromas fresquitos. Con respecto a la Comisión, creo que estamos
muy estabilizados y allí seguimos en este camino que también hemos disfrutado
muchísimo y que creo que todavía lo sentimos, el encuentro de fin de año,
cuando celebramos los treinta años de Fundacruz y pudimos salir de la Casa,
estar afuera y ver el reconocimiento de la gente, eso nos gusto mucho. Esto
también nos llena de responsabilidad en cuanto a lo que uno va haciendo todos
los días en Fundacruz. Creo que la llevamos muy bien, me parece que la gente
está muy a gusto con lo que nosotros le proponemos, y siempre son aceptados
todos aquellos comentarios de afecto que sentimos por todos aquellos que
visitan la Casa. Las visitas que tenemos, las cuales son de otro lugar, se van
con un reconocimiento inesperado, nosotros hemos recibido saludos de gente que
se ha ido de aquí, algunos europeos, por ejemplo, que nos saludan desde tan
lejos, después quedan ligados porque nosotros les pedimos que se vinculen con
nosotros a través de un mail. Van
llegando un montón de mensajes de lugares que uno no tiene pensado todos los
días.
YG: Una última pregunta. ¿Qué es lo que más debería
‘pesar’ en el Arte en este momento?
SS: Yo creo que el
manifiesto de los artistas es siempre contundente y no hay una forma específica
para cada momento, sino que hay momentos puntuales para el Arte y están
presentes en todo lo que le sucede al ser humano. El Arte no es ajeno a ninguna
sensibilidad, que se despierta en una persona o quizás algo que le está pasando
a ella o a su entorno. Siempre esta movilizado el artista y aquel que convive
con alguna expresión artística, yo creo que nadie esta dejado de lado, hoy en
día, todos tienen acceso a las manifestaciones artísticas. Todas son validas,
no hay una en especial, antes nosotros teníamos esas consideraciones que la
Pintura era más importante que una cosa y la otra, eran mandatos de muchos
años; hoy no, lo que vale es la expresión artística y, por supuesto, la calidad
de la expresión porque dentro de todo eso hay que hacer un tamiz, no se puede
decir que todo viene bien. Las personas tienen que esforzarse mucho si quieren
presentar alguna producción artística, se tienen que esforzar muchísimo; la
otra también es que no podemos llenar el planeta de Arte nada más.
Casa Fundacruz |
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