"ALII MUNDI", vínculos y conexiones
La exposición del mar, la tierra y las voces
Por Yesica Gallegos - agosto 23, 2017
Han pasado algunos días desde la inauguración de la muestra "ALII MUNDI" en el Museo de Arte Eduardo Miniccelli. Exposición producto del trabajo realizado por el proyecto "Magallánica" seleccionado por el programa Plataforma Futuro. La muestra reúne una serie de obras que rondan la fotografía, instalaciones, video instalaciones, objetos y pinturas; a medida que recorremos el espacio, buscamos "algo" entre las obras, entre un mar de gente que viene y va, incluso ante el obvio mensaje de una fotografía o el transcurso del tiempo en un video.
"Magallánica", como su nombre lo indica, nos cuenta historias acerca de las salidas y entradas, de lo que es continente y lo que es mar, de las campanas calladas que reposan en las costas, de las señales y los mensajes.
Las cartas y fotografías plasman la idea de unión. ¿Qué representa el Estrecho de Magallanes? ¿Es sólo mar que nos divide o, por el contrario, es una balsa de agua que nos lleva de un lado a otro? La noción acerca del mar nos permite soñar e imaginar, el mar tiene ese misticismo que lleva al creador al hacer. Son las miradas que guarda esta correspondencia lo que la vuelve significante, en un pedazo de tierra cruzando el estrecho hay alguien que busca encontrar algo en la otra orilla. Esta parte del proyecto parece darnos explicaciones sobre el mar y sus amores, las relaciones perdurables que se establecen entre el marinero y la nave.
Por otra parte, aparecen las campanas. Cada una de las artistas tiene algo que la identifica, estas piezas pertenecen a Bettina Muruzábal, nos cuentan historias de su tierra, de las costas de Puerto San Julián. La obra roba parte de la intimidad, sin permiso expone parte de la propia realidad del artista, de su propia vida; campanas, que suenan y callan, que se mueven al son de unos y otros, que acompañan y, algunas veces, se dejan arrastrar. Pueden ser las campanas de una Iglesia o los atarecos, en grandes dimensiones, de los animales; su significado es tan personal como escurridizo, su sonido también envía mensajes y el silencio lleva a su contemplación e interpretación.
Y si hablamos de mensajes, no podemos olvidarnos de las señales de humo que presenta en una serie de fotografías Patricia Viel. Forma de comunicación de nuestros antepasados, señales y vestigios de algo que existió, eso es lo que representa el humo. El fuego se extingue y de allí resurgen los restos del mismo, quizás el Ave Fénix encuentra su más fiel expresión en esta mezcla volátil, llevando signos y palabras a otros, a quien pueda observarlo, olerlo y sentirlo. El humo, señal visible en el horizonte infinito del mar, ¿qué es lo que busca al escapar?
Los videos, muy implementados en esta exposición, encuentran su sitio en la obra de Malala Lekander. Dos videos que nos muestran las entradas y salidas de las embarcaciones, el transcurrir de las horas en alta mar, la convivencia día a día dentro de una actividad masculina, el estudio continuo de una imagen reiterativa: el horizonte, línea difusa entre el mar y la tierra. El sonido se inmiscuye en las grabaciones y los pequeños eventos juegan en el escenario, las lluvias y el cielo nublado nos dan una sensación de cercanía. Así como el cielo, el mar es el mismo de este lado de la costa como así también en la otra orilla, una no tan desconocida.
El registro fotográfico vuelve a aparecer en las tomas aéreas realizadas sobre el Estrecho. Estas escenas son una demostración del terreno de trabajo, me resulta como una presentación del objeto de estudio, sus límites y posibilidades. La geografía del Estrecho de Magallanes se encuentra visibilizada en estas fotografías, nuevamente la unión entre el cielo, la tierra y el mar, donde todo es compartido, todo es igual para unos y otros.
Las pinturas con las cuales comencé esta entrada pertenecen a Marcela Botella, estas son los retratos de cada una de las artistas tomando posición como peón, aborigen, descubridor y terrateniente. Una teatralización de las artistas a la tela de un bastidor, se trata de una muestra a nuestra historia, a los dejos de nuestras playas, a las huellas que quedaron allí y a la sangre que fluye en nuestras venas. Somos parte de un todo que tiene un comienzo pero no un final claro.
La muestra nos da a conocer más sobre el Estrecho de Magallanes, como un símbolo, como algo más de lo que solamente parece. Desde varios ángulos este tipo de "arte experimental" me remite a la idea de la fragilidad de los conceptos en los que muchas veces se balancea el Arte Contemporáneo. La producción muy variada y estudiada, deja en mí la apreciación de una 'linda' escenificación, la poética del mar atraviesa el espacio e inunda las obras, son desbordantes de mensajes claros.
Hasta el 30 de Agosto será posible verla en las instalaciones del MAEM.
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